En el lienzo del tiempo, mi pasado se desvanece,
Roces de sombras, un ayer que en el viento perece.
Olvida los días que yacen detrás de mi piel,
Ámame por lo que puedo ser, por lo que mi corazón revela.
Guardo en mis silencios, los susurros de mi sentir,
Tú, eres mi refugio, mi secreto por descubrir.
Tú, que ocultas tus emociones tras un velo,
Yo rompo con palabras, un universo en desvelo.
Al mirar tus ojos, perdí la cordura,
Sumergida en tu esencia, en tu dulce locura.
No busques más, en mí hallarás lo que anhelas,
En este abrazo, donde el amor destila destellos.
Rompo barreras con cada verso pronunciado,
Te ofrezco mi alma, mi ser entregado.
Eres la melodía que en mi pecho resuena,
La paz en la tormenta, la luz que se antoja plena.
No busques en sombras, lo que en mi luz encontrarás,
Yo te daré lo que anhelabas, en mis brazos hallarás paz.
Somos dos almas danzando en la misma sinfonía,
Entrelazando destinos, tejidos en la melancolía.
Contigo aprendí que el llanto puede ser alegría,
Lágrimas que pintan arcoíris, en nuestra algarabía.
Cada risa, una sinfonía en este cuento compartido,
Donde el amor crece, en cada suspiro rendido
En este presente, escribimos nuestro destino,
Con la pluma del afecto, con el corazón genuino.
Olvida el pasado, abraza el ahora conmigo,
Que en este instante, nuestro amor es el abrigo.
Ámame por lo que seremos, en esta danza sin final,
Donde el futuro es un lienzo, y el presente es total.
Guarda en tus días, los momentos de felicidad,
Porque contigo aprendí que se puede llorar de alegría.