CONTENIDO LITERARIO

Novelas y Reflexiones, Poesía y Pensameintos

Miércoles, 14 Febrero 2024 14:38

Decepciones

Escrito por

En las sombras de la noche, en silencio,
mi corazón susurra tu nombre perdido.
Dejé de extrañarte, pero aún te siento,
como un eco en un sueño ya vencido.

Te di todo, sin pensar en el costo,
creyendo que en tus grietas hallaría luz.
Pero tú, un alma en pedazos, un rostro
que esconde un abismo, un destino intruso.

Pensé que estabas roto, pero era en vano,
pues en realidad, estabas simplemente vacío.
Y yo, con mi amor como único arcano,
quise completarte, fundirnos en un río.

Sin embargo, solo hallé ruinas en mi senda,
pedazos dispersos de un corazón maltrecho.
Decepciones, las mías, aunque crueles, no ofrenda
se comparan con la tuya, un abismo hecho.

Aún así, en la melancolía de esta noche,
sigo sintiendo el eco de tu ausencia,
como una herida que duele y brota cohecho,
en este poema, mi última confesión, mi esencia.

Miércoles, 03 Enero 2024 21:11

La Eclipsada Sombra

Escrito por

En los tiempos antiguos, en un reino lejano, gobernaba el sabio y justo Rey Alaric, cuyo linaje se remontaba a generaciones de monarcas valientes. Su reina, Eleanor, era conocida por su belleza y gracia, y juntos tenían dos hijos, el apuesto príncipe Edmund y la hermosa princesa Isabella.

Sin embargo, la paz en el reino se vio amenazada por la sombra de la guerra que se cernía sobre las tierras. Un rey rival, Lord Malachar, codiciaba la riqueza y la prosperidad del reino de Alaric. Con el pretexto de viejas disputas territoriales, declaró la guerra al reino vecino.

Ante la inminente amenaza, el príncipe Edmund y la princesa Isabella se prepararon para la batalla, ansiosos por demostrar su valentía. Mientras tanto, los caballeros más leales del rey se entrenaban día y noche para proteger a su monarca y su reino.

En medio de esta tensión, tres brujas poderosas, conocidas como las Hermanas de la luna, ejercían su influencia en las sombras. Eran hermosas y temidas en todo el reino, y sus habilidades místicas eran conocidas por todos. Morgana, la primera de las brujas, tenía el don de la ilusión y podía distorsionar la realidad a su antojo. Sibylla, la segunda, poseía el don de la profecía y podía vislumbrar el futuro. Y la tercera, Hekate, controlaba las fuerzas de la oscuridad y tenía un ejército de criaturas místicas a su servicio.

Las brujas, astutas y ambiciosas, decidieron aprovechar la guerra entre los reinos para aumentar su propio poder. Morgana engañó a Lord Malachar con ilusiones de victoria, Sibylla profetizó la caída del reino de Alaric y Hekate convocó a las criaturas de la oscuridad para sembrar el caos en las tierras del Rey Alaric.

La guerra estalló con furia, y los caballeros lucharon valientemente en el campo de batalla, liderados por el príncipe Edmund. Mientras tanto, las brujas trabajaban en las sombras, tejiendo sus hechizos y manipulando los eventos a su favor.

La princesa Isabella, preocupada por el destino de su reino, buscó la sabiduría de los ancianos del reino. A través de sus consejos, descubrió la verdad detrás de las maquinaciones de las Hermanas de la luna.

Determinada a salvar a su familia y a su reino, Isabella se embarcó en una peligrosa búsqueda para encontrar a los únicos seres que podrían contrarrestar el poder de las brujas: los Guardianes Ancestrales.

Mientras tanto, en el campo de batalla, la guerra alcanzó su punto álgido. Los caballeros del rey luchaban con valentía, pero la influencia de las brujas era fuerte. Fue entonces cuando el príncipe Edmund, herido pero no vencido, se enfrentó directamente a Morgana, la maestra de las ilusiones. Con astucia y coraje, logró desentrañar sus engaños y desarmarla.

En su búsqueda, la princesa Isabella encontró a los Guardianes Ancestrales, seres místicos que habían protegido el reino desde tiempos inmemoriales. Con su ayuda, Isabella adquirió conocimientos y poderes mágicos para enfrentarse a las brujas.

Mientras tanto, en el campo de batalla, el rey Alaric lideró a sus tropas contra Lord Malachar, desafiando las profecías de Sibylla. La batalla fue feroz, pero la valentía y el liderazgo del rey inspiraron a sus tropas a resistir.

Finalmente, Isabella regresó al reino, enfrentándose a las Hermanas del Crepúsculo. Con la sabiduría de los Guardianes Ancestrales, desafiaron las ilusiones de Morgana, desafiaron las profecías de Sibylla y vencieron a las fuerzas oscuras de Selene.

La paz regresó al reino de Alaric, y las brujas fueron desterradas para siempre.

El rey Alaric y su familia fueron aclamados como héroes, y el príncipe Edmund y la princesa Isabella aprendieron que, aunque las amenazas pueden venir desde las sombras, el coraje y la sabiduría siempre prevalecen en la luz.

 

...Continuara... 

Miércoles, 03 Enero 2024 20:44

La mesa de póker

Escrito por

En la penumbra de la habitación, una luz tenue se filtraba entre las cortinas, creando un escenario íntimo para el juego que estaba a punto de comenzar. En la mesa, una partida de poker esperaba pacientemente a ser repartido, cada carta un misterio que revelaría los secretos más profundos de aquellos corazones entrelazados.

El murmullo de risas nerviosas y susurros cómplices llenaba el aire, mientras los participantes se acomodaban alrededor de la mesa. Entre copas de cristal tintineantes y botellas de alcohol sugerente, la apuesta estaba lista para desencadenar pasiones ocultas y deseos reprimidos.

Las preguntas resonaban en el ambiente, lanzadas al azar como dados en un juego de fortuna. Cada respuesta, un destello de verdad revelada, un paso más cerca del éxtasis compartido.

Entre risas y miradas juguetonas, las almas desnudaban sus secretos más oscuros, mientras el juego aumentaba su valor con cada confesión.

El alcohol fluía como un elixir mágico, desinhibiendo inhibiciones y avivando la llama de la seducción.

Los cuerpos, ahora más cercanos, se movían al ritmo de una danza clandestina, donde las caricias eran el lenguaje que solo ellos entendían. Entre copas vacías y miradas cargadas de deseo, el juego de seducción se convertía en un arte, donde cada gesto era una pincelada de pasión.

La coquetería, como un perfume embriagador, impregnaba el aire. Miradas furtivas y sonrisas traviesas eran intercambiadas en medio del juego, creando una conexión silenciosa que solo ellos comprendían. Cada prenda perdida era un paso más hacia la entrega total, un desafío que elevaba la temperatura de la habitación.

En el apogeo del juego, el reto se convertía en un fuego ardiente, una llamada a explorar los límites de la lujuria y la rendición. Entre suspiros entrecortados y gemidos ahogados, el poker se convertía en la obra maestra de la noche, donde los cuerpos entrelazados narraban una historia de pasión prohibida.

Y así, en la penumbra de la habitación, el juego llegaba a su clímax, dejando tras de sí un rastro de susurros apasionados y cuerpos saciados. El poker, la apuesta, las preguntas, el alcohol, el juego de seducción, la coquetería y el reto, todos convergían en un poema erótico que solo aquellos valientes jugadores podían entender.